Noticias - 26-11-25

La expansión de la agroindustria paraguaya en la última década, impactó positivamente en rubros conexos y trajo aparejado el crecimiento de la producción de cerdos y aves a nivel nacional y otros rubros. Esto se suma a los beneficios directos en generación de empleos de calidad, creación de polos de desarrollo en zonas de influencia, ingreso de divisas y aportes fiscales.

El gran aumento de la producción de la harina de soja, subproducto de la extracción del aceite, así como de otros productos que se utilizan en la elaboración de alimentos balanceados, impulsó de manera indirecta la cría de cerdos, aves y otras especies de ganado menor.

Antes que se radicaran en el Paraguay las grandes inversiones en plantas procesadoras de soja, en los años ’90, el stock de aves a nivel nacional era de 11,2 millones ejemplares y el hato porcino, de 1 millón de cabezas, según los registros estadísticos del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).

Luego de una década de la instalación de nuevas industrias aceiteras, actualmente se tiene un stock aproximado de 31.375.000 ejemplares de aves, entre pollos parrilleros, gallinas ponedoras, recría de pollos, gallinas reproductoras y plantas de incubación; mientras que el hato porcino pasó a 1.890.000 cabezas, según los datos estadísticos del MAG, del 2025.

El impacto económico de los rubros conexos, de la producción de aves y de cerdos, medido en divisas, sumó en el año 2024 más de US$ 47 millones, de los cuales, US$ 14 millones fueron por el envío de 11.760 toneladas de carne de pollo, y US$ 33,5 millones por 11.960 toneladas de carne porcina, exportadas.

El alto valor nutricional proteico que aporta la harina de soja para el consumo animal, así como el amplio uso industrial que se deriva del mismo, lo convierte en factor de importancia estratégica para el desarrollo de industrias conexas de alimentos, al igual que el aceite de soja para biocombustibles, cosméticos, entre otros productos.

Fuente: Cappro, https://cappro.org.py/noticias